Construir Sabiamente

24 May, 2012

Construir sabiamente

Un carpintero de edad avanzada estaba listo para retirarse. Le dijo a su contratista de sus planes para abandonar el negocio de la construcción de viviendas y vivir una vida más placentera con su esposa, disfrutar de su familia. Que se perdería el cheque de pago, pero necesitaba retirarse. El contratista lamentaba ver a buen trabajador irse y le preguntó si podía construir una sola casa más como un favor personal. El carpintero accedió, pero con el tiempo, era fácil ver que su corazón no estaba en su trabajo. Él no hizo uso de buenos materiales y no le importaba mucho el resultado.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y el constructor vino a inspeccionar la casa, el contratista le entregó la llave de la puerta delantera al carpintero.  Y le dijo «Esta es tu casa,» «mi regalo para ti.»

¡Qué impresión! ¡Qué vergüenza! Si él hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, habría hecho todo de manera tan diferente. Ahora tenía que vivir en la casa que no había construido muy bien.

Así es con nosotros. Construimos nuestras vidas de una manera distraída. En los puntos importantes no damos al trabajo nuestro mejor esfuerzo. Luego, con un golpe vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido.

Piensa como el carpintero. Piensa en su casa. Cada día en que va clavar un clavo, poner una tabla, o levantar un muro. Construir sabiamente. Es la única vida que algún día edificare. Incluso si vives por solo un día, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad. La placa en la pared dice: «La vida es un proyecto hazlo tú mismo.»